martes, 5 de junio de 2012

Nos encontramos en el baño

Que la verdad del cuerpo no es la verdad biológica es el fundamento que permite que cada persona mayor de edad se presente desde hoy a poner el nombre y la identidad de género que quiera. El escrutiño de la biología que fue el discurso que la hegemonía propuso como sinónimo de verdad inescrutable es, desde hace años negado por la cultura que es el marco en el que los cuerpos son, hablan, performatean, se aman , sufren y cursan la vida.

 El cuerpo como superficie habitada por nosotros tiene ya demasiadas marcas, demasiados castigos infringidos por las voces y los palos de los otros, para ser normales, para no provocar el temor de borde que ocasiona cualquier disrupción como para seguir rotulando la vida cotidiana.

 El baño de nenes y nenas, no solamente nos denomina desde nuestra genitalidad sino que además fortalece la heteronormatividad que fundamenta que haya solamente dos tipos de sexos, el femenino y el masculino. Y sobre esta norma se viene construyendo el mundo, un mundo de mujeres y gays marginados, de más cargos jerárquicos para varones, de la política del control y la especulación económica, de la amenaza, de la fuerza bruta y de la trampa para sensibles. De aborto prohibido por el mito de maternidad inherente al cuerpo de la mujer y de wachiturros insinuantes por el mito de la libido incontrolable de un joven varón.

 De todo eso hablamos cuando hablamos del mundo de nenes y nenas. ...de una falsa separación del mundo para que los otros sigan transitando los bordes y para que en la fantasía del baño ordenado se organice en silencio la prostitución, la trata , los golpes, el abuso y el miedo.

 En el baño ordenado de niños y niñas, de varones y mujeres, de machos y hembras. Estamos viviendo a partir de la crisis de los lugares comunes, que tanto mal nos han hecho, la posibilidad de mas verdad, de nuevas voces legitimas ( por las leyes argentinas, al menos) que piensan y hacen la política desde la múltiples maneras de pensar el presente y soñar el futuro que nos da nuestra identidad de género.

 Porque hablar de género no es hablar de mujeres y varones, o de gays y trans sino que es hablar del modo en el que se construye el poder y la vida pública. Asi que el baño público es un baño para ir mas allá de la portación genital y de la motivación sexual que interpele nuestras vidas.

 Florencia Cremona 
Directora Centro de Comunicación y Género 
 Observatorio de Género y Comunicación 
Facultad de Periodismo y Comunicación Social

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