miércoles, 9 de noviembre de 2011

Una mirada al tratamiento mediático del debate legislativo sobre el aborto: caso El Argentino



*Por Rocío Gariglio

 

A partir de la discusión en el Congreso de la Nación sobre la despenalización del aborto el diario Argentino publicó varias notas que daban cuenta del proceso en la Cámara de Diputados, pero también presentando las posiciones que hay sobre el tema. Además de las noticias que aparecieron en las secciones País y Sociedad, en la semana del 1 al 6 de noviembre, el diario publicó una nota de opinión “De esto se habla” y un análisis de la psicóloga Silvia Guanciarossa durante el fin de semana.
En el discurso del medio se presentan las “tres posiciones” que participan de la discusión: la primera es el proyecto que se presenta de la  Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que impulsa la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo”; la segunda postura, que es nombrada como Alternativa, es la reforma del artículo 86 Código Penal que propuso Juan Carlos Vega (Coalición Cívica), así se reglamentarían los casos de abortos no punibles (cuando corre riesgo la vida de la madre o ante una violación denunciada). En tercer lugar, aparece la posición de quienes se oponen al aborto en cualquier circunstancia, quienes a pesar de que no tienen un proyecto que los represente en el Recinto “harán sentir su opinión”.
Bajo el velo de trabajar estas tres perspectivas el diario termina trabajando en la construcción de una dicotomía “próvida” vs “derecho al cuerpo de la mujer”. Este discurso, que también reproducen otros medios propone la voz de médicos en carácter de autoridad, que se manifiestan en contra de la práctica basándose en argumentos biologisistas. Para defender la interrupción voluntaria del embarazo siempre se consulta a “militantes”, mujeres, que recurren a explicaciones históricas o basadas en la soberanía del cuerpo y los derechos individuales.  

Las fuentes son una herramienta fundamental en la construcción de discursos, en el caso de El Argentino se recurrió para la elaboración de las notas al diputado Vega, creador de uno de los proyectos, a quien se le realizó una entrevista. La misma es la única, de las que tratan el tema, que es presentada en ese formato.
Para profundizar en los argumentos que están contra de la interrupción voluntaria del embarazo se dialogó con el médico pediatra especialista en Salud Pública, Oscar Botta,  que “analizó que los proyectos ‘son todos iguales y lo que buscan es legalizar un crimen que es el aborto’”. Se refuerza esta postura en notas sucesivas en las que se mencionan diputados que rechazarán el proyecto.
El Argentino retoma varias voces, siempre de mujeres que defienden el derecho a decidir. Fundamentalmente la de Cecilia Merchán que es la autora del proyecto de despenalización y aporta la perspectiva de clase para entender el problema: “En Argentina la clandestinidad es para todas. Hay un sector social que no tiene el dinero para acceder a una clínica privada y termina haciéndolo en condiciones deplorables para su salud”. En las páginas del diario también hay un lugar para “Católicas por Derecho a Decidir” una ONG que pretende romper con la dicotomía militantes de movimientos feministas versus los grupos religiosos “pro vida”.  Es para destacar que el medio dedica una nota completa a esta organización que esgrime argumentos que hacen dudar de la incompatibilidad entre la religión y el aborto. Es en esta nota donde aparece la primera referencia al hecho de que la maternidad es una elección y no un mandato social que debe cumplir la mujer. El medio afirma que representan "la gran disidencia que hay en la feligresía argentina y latinoamericana". "Tenemos evidencias de que las mujeres tienen un desacato silencioso con lo que la jerarquía de la Iglesia opina en estos temas, porque sino no nos explicamos que en un país mayoritariamente católico como Argentina, 500 mil mujeres aborten al año, usen anticonceptivos y apelen a la anticoncepción de emergencia, todas prácticas absolutamente prohibidas por la jerarquía eclesiástica”.

Fin de semana

El sábado 5 de noviembre El Argentino publicó la nota de opinión “De esto se habla”. La misma tiene una imagen grande que representa una mujer crucificada en agujas. La composición de la ilustración sumada al título anticipa la postura del artículo a favor del aborto y destaca la dimensión de clase que atraviesa esta discusión. Su autora, Coordinadora del Centro de Estudios Mujeres y Trabajo- CTA. Integrante de la Campaña Nacional por el Derecho
al Aborto legal, seguro y gratuito, comienza advirtiendo que “Los debates en el Congreso Nacional cuando se modifican temas de fondo han sido siempre complejos y no han estado exentos de trampas y jugadas orientadas a obturar su concreción. Vale como ejemplo recordar el debate parlamentario por  la ley de matrimonio igualitario o  la Ley de servicios de comunicación audiovisual”.
Aquí se establece la importancia de que el tema se haya instalado en la Agenda y se señala que Argentina está marcando los temas de discusión a nivel mundial. Entonces, más allá de lo que termine sucediendo en el Congreso, que se hable del aborto es considerado como un avance. La nota apunta a establecer el debate como una cuestión de igualdad donde se debe garantizar la no discriminación de las mujeres que no poseen los recursos para pagar la práctica quirúrgica en un lugar seguro. “Este en un tema de salud, de justicia social y derechos de las mujeres”.


 
Al día siguiente, el medio presentó un análisis de la psicóloga Silvia Guanciarossa, Secretaria general del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires. Este trabajo está articulado por testimonios de mujeres que se realizaron un aborto, aquí se reconstruye la situación de lo que vivieron, las condiciones en las que decidieron y cómo se sienten hoy cuando piensan en ello.
Al respecto, la mayoría de las mujeres coinciden en que no se arrepienten de la decisión que tomaron. En la mitad de los casos quienes abortaron tenían hijos o los tuvieron después. De esta manera, se trabaja en contra del mito madre vs aborto, como si una mujer no pudiera estar en los dos lugares. En esta nota también surge la noción de que la maternidad no es una obligación de las mujeres.
Algo que aparece remarcado en el artículo es la situación de clandestinidad por la que pasaron estas mujeres, cómo pusieron su vida en manos de un desconocido, en lugares sin las condiciones de seguridad necesarias, y lo costoso que fue afrontarlo económicamente.



Construcción de los datos
De esta manera cerró la semana el diario que en materia de cifras sobre el tema propuso como fuentes encuestas telefónicas, datos relevados de la encuesta difundida por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, así como también de la que publicó Católicas por el Derecho a Decidir:
-                                          + Los argentinos están a favor de reformar la ley sobre el aborto en un 81% de los casos si la vida o salud de la mujer está en riesgo y si el embarazo es el resultado de una violación (80%), cifra que desciende al 45% cuando se trata de una decisión personal.
-                                          + Los datos surgen de una encuesta telefónica a 1.002 personas, mayores de 18 años, en ciudades argentinas con una población de 50.000 personas o más, realizada del 9 al 30 de septiembre.
-                                          + 7 de cada 10 personas apoyan la legalización del aborto si el feto presenta anormalidades graves (68%) y a la consulta si la nueva legislación debe dar a las mujeres el derecho a hacerse un aborto durante las primeras 12 semanas de embarazo, la opinión está dividida: 45% a favor y 53% en contra, según la encuesta difundida por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
                      +  La encuesta que la ONG Católicas por el Derecho a Decidirp ublicó el lunes pasado: un 34% de los argentinos interrogados dijo conocer a alguien que haya interrumpido su embarazo a través de una intervención quirúrgica. 
-                                         + Un estudio con métodos científicos validados en el mundo determinó en 2006 que en el país se producen entre 460 mil y 600 mil interrupciones voluntarias del embarazo por año.
                + Cerca de 80.000 mujeres se hospitalizan cada año debido a complicaciones después del aborto,  con hemorragias o infecciones. Por cada una, hay siete que no demandan ayuda médica.

 

Es importante mencionar que cuando en el diario aparecen las posturas a favor de la interrupción voluntaria del embarazo, las mismas son justificadas en su mayoría por las condiciones deplorables de los lugares donde pierden la vida las mujeres que intentan abortar y no tienen los recursos suficientes para pagar consultorios privados. De la misma manera que permanentemente se destaca que esta decisión es personal y la debe tomar la mujer como soberana de su cuerpo. En los casos presentados, sin embargo, se habla de la situación particular que pasaba la mujer y que justifica su decisión. De esta manera, indirectamente se dice que una mujer puede elegir no ser madre porque no se encuentra en buenas condiciones, pero no si lo hace porque simplemente no desea ser madre.
Es interesante aclarar que desde el primer día el debate del aborto se propone como algo novedoso, que implica un avance que el Estado reconozca las prácticas sociales, y el valor simbólico que tiene el tratamiento del tema en el Congreso. En ningún momento se aporta un contexto histórico que enmarque la legalidad/ilegalidad de la interrupción del embarazo a lo largo del tiempo.

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